La noche del pasado viernes, el barrio de Foners en Palma se convirtió en el escenario de una situación que bien podría haber salido de una película. Un hombre, originario de Ucrania, decidió hacer un ‘simpa’ en un restaurante local, dejando a todos boquiabiertos con su comportamiento. Tras disfrutar de una cena y varias copas, cuando llegó el momento de pasar por caja, la cosa se torció.
Los trabajadores del establecimiento intentaron recordarle que había algo pendiente, pero él no estaba por la labor. En lugar de aceptar su error, optó por poner las cosas aún más complicadas: le propinó una patada a uno de los camareros. Este último tuvo que ser atendido en el hospital debido a heridas leves, lo que nos hace preguntarnos: ¿hasta dónde puede llegar la impunidad?
Un desenlace inesperado
Afortunadamente, los empleados no se dejaron amedrentar y lograron retener al agresor hasta que llegó la policía. La patrulla del Grupo de Atención al Ciudadano no tardó en aparecer para tomar declaraciones. Lo curioso es que hasta el propio detenido admitió no haber pagado y trató de saldar su deuda utilizando una tarjeta que fue rechazada.
Finalmente, terminó tras las rejas como presunto autor tanto de un delito de lesiones como de otro por estafa. Esta historia nos recuerda lo importante que es actuar ante situaciones injustas y cómo unas decisiones impulsivas pueden llevarnos a consecuencias inesperadas.