Imagina que llevas más de una década recibiendo tu sueldo sin pisar la oficina. Esta es la historia de una profesora alemana que ha estado de baja por enfermedad desde 2009, cobrando más de 5.000 euros al mes. Un escándalo que ha dejado a muchos boquiabiertos.
La docente, cuyo nombre preferimos mantener en secreto, se encontró en medio de un torbellino legal cuando su colegio le exigió someterse a un examen médico para comprobar su situación laboral. ¿Y qué hizo ella? Se negó rotundamente. Aparentemente, este movimiento le costó caro, ya que un juez no solo desestimó su demanda contra la autoridad educativa, sino que también calificó su ausencia prolongada como «realmente incomprensible».
Una cifra difícil de ignorar
Pensémoslo bien: durante estos años, esta maestra podría haber acumulado alrededor de un millón de euros. ¿No es asombroso? En su región, los docentes pueden llegar a cobrar hasta 6.174 euros mensuales; eso suma unos 72.000 euros al año. Pero esto no termina aquí. La decisión judicial además implica que deberá afrontar el pago de 2.500 euros en costas judiciales.
Esto nos lleva a reflexionar sobre el uso del sistema y cómo hay quienes logran salir indemnes mientras otros luchan día a día por sobrevivir con salarios mucho más modestos. Sin duda, esta historia da mucho que hablar y pone sobre la mesa cuestiones éticas sobre el aprovechamiento del estado y sus recursos.