Era una tarde tranquila en Palma, pero de repente, todo cambió. Una densa columna de humo comenzó a elevarse desde el arcén derecho de la Avinguda Gabriel Roca, justo a la altura del Portixol. Los conductores se detuvieron, los vecinos asomaron sus cabezas por las ventanas y todos se preguntaban qué estaba sucediendo. ¿Un fuego? Sí, un coche estaba ardiendo y la escena no era nada fácil de olvidar.
La rápida respuesta de los bomberos
A eso de las 17:45 horas, Bombers de Mallorca recibió el aviso y no perdieron tiempo. Con una rapidez admirable, una dotación salió corriendo desde el parque central para hacer frente a las llamas que devoraban el vehículo. Mientras tanto, el humo espeso empezaba a afectar la visibilidad en la zona; era como si Palma se hubiera cubierto con un manto gris que alteraba la calma habitual.
En medio del caos, un agente de seguridad se situó en el área para regular el tráfico y evitar que la situación se volviera aún más complicada. Y ahí estaban los bomberos, luchando incansablemente contra el fuego que parecía querer arrasar con todo a su paso. Hasta ahora, no hay información sobre heridos, lo cual es un alivio en medio del susto generalizado.