En el emocionante mundo del motociclismo, las decisiones que toman los pilotos son fundamentales y, a menudo, llenas de incertidumbre. Pol Espargaró, el piloto de Granollers, se encuentra en una encrucijada. Tras haber sido titular en la temporada 2023 con GasGas Tech3, ha tenido un parón forzado debido a lesiones serias tras una caída en Portimao. Ahora, después de recuperarse y demostrar su valía como probador para KTM, se le presentan varias ofertas tentadoras de equipos de Superbike como BMW y Honda.
La espera por KTM
Espargaró no es ajeno al ruido que generan estas propuestas. En una reciente entrevista con MARCA, dejó claro que todo depende de KTM: «Estoy esperando una oferta, no económica sino con el proyecto de futuro». Y es que aunque hay otras escuadras interesadas en contar con él, su lealtad hacia la marca austriaca es evidente. Él se considera parte de la familia KTM y está dispuesto a acatar cualquier decisión que tomen.
A pesar de sus 34 años y ser padre de familia, Pol siente que aún tiene mucho que dar sobre la moto. Se muestra competitivo y consciente del riesgo: «No hay más peligro compitiendo en Superbike que subirme a la moto sin estar preparado», señala. Su deseo es regresar al asfalto no solo como piloto invitado o sustituto; quiere competir al más alto nivel.
Es claro que Pol no ha pedido salir del equipo; más bien, ha dado un paso atrás para dejar espacio a jóvenes talentos como Pedro Acosta. Sin embargo, ahora se plantea su regreso. «Si no soy competitivo, no quiero estar agarrado a un mundo sin ser productivo», concluye con determinación.