En la madrugada del 19 de agosto, en Palma, se desató una situación que muchos preferirían ignorar. Todo comenzó en la Avenida del Gran i General Consell, frente a la Estación Intermodal. Un hombre español de 32 años decidió acercarse a una mujer para hacerle preguntas personales. Ella, con toda la razón, le pidió que la dejara tranquila, pero él no hizo caso.
Fue entonces cuando este individuo cruzó la línea y tocó el trasero de la mujer. Ella, indignada y sin dudarlo, le reclamó su acto desconsiderado. Pero lo peor no fue solo eso: el tipo tuvo el descaro de enfrentarse a ella antes de darse a la fuga. Afortunadamente, un grupo de amigas que acompañaban a la víctima no se quedó de brazos cruzados y empezaron a gritar: «¡Es ese… que se escapa!».
Una persecución valiente
La valentía de estas amigas dio sus frutos cuando encontraron una patrulla de la Unidad de Seguridad Integral (USEI) realizando labores de vigilancia en Plaza de España. Sin pensarlo dos veces, corrieron hacia los agentes y pidieron ayuda.
Los policías lograron interceptar al agresor mientras intentaba cruzar hacia la calle Marqués de Fontsanta. Al ser interrogado sobre lo ocurrido, el hombre negó rotundamente haber tocado a la mujer; incluso se atrevió a decir que podría haber sido un accidente por tener los brazos extendidos al caminar. ¡Vaya excusa!
Finalmente, este sujeto fue detenido como presunto autor de un delito de agresión sexual y trasladado a las dependencias policiales. La víctima recibió toda la información necesaria para interponer su denuncia formalmente en la Sala de Atestados. Después del procedimiento correspondiente, el hombre fue entregado a la Policía Nacional.