Todo comenzó como una oportunidad, un simple vistazo a lo que parecía ser el futuro del entretenimiento. Scott Jacqmein, un hombre estadounidense de 52 años, decidió vender su imagen por 750 dólares. Al principio, pensó que podría ser el impulso que necesitaba para brillar en su carrera como actor. Pero lo que no imaginaba era que esa decisión lo llevaría a convertirse en víctima de un fenómeno inquietante.
La cara de la IA en TikTok
A medida que avanza la inteligencia artificial generativa, las fronteras entre lo real y lo virtual se difuminan cada vez más. Así fue como Scott se encontró viendo su propio ‘avatar’ virtual anunciando productos en TikTok: desde suplementos hasta aplicaciones de horóscopos. ¡Increíble! La voz fluida y los gestos perfectos eran tan distintos a él que sus amigos comenzaron a preguntarse si había algo raro con ese ‘nuevo’ Scott.
La verdad es que tras firmar un contrato con una agencia externa, jamás imaginó cómo se utilizarían esos derechos de imagen. “Al principio estaba emocionado por explorar esta nueva tecnología”, contó Scott a The New York Times. Sin embargo, rápidamente comprendió que había cruzado una línea peligrosa sin saberlo del todo.
Mientras veía cómo su imagen era utilizada para promocionar cosas con las que no se siente identificado—“cosas que jamás apoyaría”, dijo—la situación se volvió surrealista y hasta vergonzosa para él. “No estoy en contra de TikTok ni de la inteligencia artificial”, aclaró, pero también advirtió sobre la falta de protección para los artistas y la necesidad urgente de poner límites claros a estas tecnologías.
A pesar del revuelo generado, Scott sigue adelante; tiene más de 10.000 seguidores en Instagram y utiliza su experiencia para alertar sobre estos peligros ocultos en el mundo digital donde todos intentamos buscar nuestro lugar.