La Universitat de les Illes Balears (UIB) ha decidido dar un paso adelante al cambiar el contrato que regula las condiciones laborales de las limpiadoras. Después de una serie de acusaciones cruzadas entre la empresa de limpieza y la propia universidad sobre el trato que reciben estas trabajadoras, se han visto obligados a actuar. Nadie puede trabajar en esas condiciones, y menos cuando hablamos de temperaturas extremas que rayan lo insostenible.
Un cambio necesario
Aquí no se trata solo de cifras o contratos fríos; estamos hablando de personas que, día tras día, ponen su esfuerzo para mantener nuestros espacios limpios y seguros. Las temperaturas elevadas son una amenaza directa para su salud y bienestar. Es un tema serio que nos toca a todos, porque si ellos no están bien, ¿qué pasará con el resto? Las voces críticas han resonado en la comunidad: «Nadie debería tener que sufrir por un trabajo», dicen algunos vecinos indignados. La decisión de la UIB llega como respuesta a esta creciente preocupación social.