La pequeña isla neerlandesa de Texel ha tomado una decisión que deja a muchos con el corazón encogido: este año no habrá su tradicional Día de cría de ovejas, un evento que lleva celebrándose desde hace más de un siglo. La noticia llega como un jarro de agua fría, especialmente porque solo se había interrumpido anteriormente por la pandemia o alguna enfermedad ocasional. Pero esta vez, el motivo es otro: los ganaderos no han podido reunir el número mínimo de ovejas necesarias para llevar a cabo el concurso.
Una tradición que se apaga
Cada primer lunes de septiembre, la plaza Groeneplaats en Den Burg se convierte en un bullicioso escaparate donde cientos de ovejas y corderos desfilan ante jueces y visitantes. Es un evento que no solo celebra la ganadería; es una fiesta comunitaria que refuerza la identidad isleña. Durante 115 años, criadores y aficionados han viajado desde todas partes para admirar las valiosas razas ovinas locales. Sin embargo, este año la situación es diferente. “Muchos criadores ya ven esto como demasiado exigente”, comparte Koos Tjepkema, uno de los organizadores del evento. “Es mucho trabajo cuidar a los animales y presentarlos en óptimas condiciones”. La realidad es dura: solo se han conseguido reunir unas 150 ovejas cuando el mínimo necesario son 300.
El envejecimiento del sector ganadero está afectando gravemente a esta cita tan querida; menos manos disponibles significan menos posibilidades de mantener vivas estas tradiciones. Criadores incluso con rebaños grandes han decidido dar un paso atrás: Henk Zoetelief, con sus 450 ovejas, lo admitió sin tapujos: “Este año no puedo dar el cien por cien”. Y así fue como lo que solía ser una celebración alegre ha quedado reducido a dos jornadas abiertas al público donde doce explotaciones mostrarán su trabajo los días 30 y 31 de agosto.
A pesar del mal trago, hay algo positivo en todo esto: se espera la llegada de alrededor de 250 personas entusiastas, incluyendo criadores aficionados venidos desde Bélgica. Como dice Tjepkema, “la gente viene encantada; muchos ya han reservado noches aquí”. Aunque este año no tengamos feria como tal, todos esperan poder retomar la tradición el próximo año con más fuerza y ganas.