Este miércoles, un bombero del equipo de Bombers de Mallorca ha vivido una mañana que jamás olvidará. Mientras se encontraba en plena acción, tratando de sofocar las llamas que ardían en una parcela de rastrojos cerca del campo del Constància en Inca, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. Un momento crítico, sin duda, que nos recuerda lo arriesgado que es su trabajo.
El fuego, declarado alrededor de las doce y media del mediodía, generó preocupación no solo por la cercanía a una zona urbana sino también porque está muy cerca de la estación, un punto clave para el tránsito del pueblo. Con el peligro al acecho, los equipos no tardaron en activarse; al menos ocho dotaciones de los parques de Inca y Alcúdia se movilizaron junto con el dispositivo propio de IBANAT.
La valentía ante las llamas
A pesar de las graves lesiones en su pierna y brazo, este valiente bombero se encuentra bien y no ha requerido hospitalización. Gracias al esfuerzo conjunto de dos medios aéreos, una autobomba y 11 brigadistas más dos AMA, pudieron controlar la situación rápidamente. El helicóptero ‘Milana’ también hizo su parte al descargar agua varias veces sobre el área afectada. Afortunadamente, tras arduo trabajo, lograron extinguir el incendio que acabó arrasando una hectárea.