En el apasionante mundo del MotoGP, hay momentos que se graban a fuego en la memoria de los aficionados. Este es uno de ellos. Marc Márquez ha tomado las riendas de Ducati de una forma sorprendente, dejando a su compañero Pecco Bagnaia con la sensación de que no sabe muy bien qué hacer. En este 2025, el ilerdense está viviendo un sueño: seis dobletes consecutivos y una victoria en Austria, un circuito donde nunca había triunfado antes. ¡Menuda hazaña!
Un año para recordar
Mientras Bagnaia parece luchar contra sus propias sombras en la GP25, Márquez vuela alto. Los números hablan por sí solos: 222 puntos acumulados por el octocampeón frente a los 221 del competidor italiano hasta ahora. La diferencia es palpable y va más allá de las estadísticas; es cuestión de confianza y estado mental. Marc está persiguiendo su novena corona, algo que lo igualaría con Valentino Rossi, mientras que Bagnaia ve cómo la presión aumenta con cada carrera.
No es solo Márquez quien alaba su propio rendimiento; Gigi Dall’Igna, el mago detrás del equipo Ducati, no escatima en elogios hacia él después de una carrera magistral en Spielberg. “Marc tuvo que lidiar con una caída durante la clasificación, pero supo gestionar la situación como un auténtico maestro”, destaca Dall’Igna.
Pero también hay voces legendarias como Giacomo Agostini que se suman al reconocimiento: “La temporada de Marc con Ducati es pura magia; él tiene el talento para brillar”. Incluso Loris Reggiani confiesa haber dudado del regreso completo del piloto tras su accidente, reconociendo ahora su asombro ante esta transformación.
Lo cierto es que esto ha dejado a Bagnaia en una posición complicada. Como dice Luca Cadalora: “De ser el número uno a ver cómo alguien más te desbanca no es fácil”. Y esa lucha interna podría ser lo que le falte al joven piloto para recuperar su esencia. En fin, este campeonato nos está regalando emociones fuertes y todavía queda mucho por delante.