El ambiente en Son Moix se tornó tenso el pasado sábado tras la dura derrota del RCD Mallorca ante el FC Barcelona. Jagoba Arrasate, entrenador del equipo balear, no pudo contener su frustración y expresó su asombro por las decisiones arbitrales. «He alucinado», decía mientras recordaba cómo el cuarto árbitro se dirigió a José Luis Munuera Montero para sugerirle que detuviera el juego tras un golpe en la cabeza de Raíllo. Todos esperaban un silbato, pero en lugar de eso, ¡gol!
Un partido marcado por la polémica
Arrasate continuó lamentándose: «Es una pena porque el partido ha durado veintitantos minutos». El técnico no solo criticó esa jugada, también habló sobre las tarjetas amarillas y rojas que dejaron al equipo con menos hombres en el campo. Se refería a Morlanes y Muriqi con indignación: «Una rigurosa segunda amarilla y un pie elevado que termina impactando en la cara».
A pesar de todo esto, Jagoba subrayó la actitud de su equipo y la conexión con la afición durante la segunda parte: «Nos quedamos con eso; aunque no queríamos perder así, nuestra gente se fue orgullosa del esfuerzo». Sin embargo, también es consciente de que hay cosas que mejorar para evitar situaciones similares en futuras jornadas.
En definitiva, lo que más le preocupa al técnico es ese sentimiento de injusticia palpable entre los jugadores y aficionados. «Cuando sientes que lo que está pasando es injusto, es difícil callarte», reflexionaba mientras miraba hacia adelante buscando soluciones para encarar los próximos partidos con más claridad.