El Gran Premio de Austria ha vuelto a encender motores, y lo ha hecho como terminó antes del parón veraniego: Marc Márquez se coloca en la pole position desde el primer entrenamiento libre. En el icónico Red Bull Ring, el piloto español dejó claro que sigue siendo el rey de la pista, aunque no podemos olvidar que Pecco Bagnaia también está mostrando un nivel impresionante.
Un comienzo prometedor y lleno de emoción
Las condiciones eran perfectas para los pilotos: un sol radiante y temperaturas agradables, 22 grados en el ambiente y 29 sobre el asfalto. Sin embargo, no todo fue fácil; Somkiat Chantra, por desgracia, sigue recuperándose de una lesión y no pudo competir. El inicio fue algo trepidante con Marco Bezzecchi, quien cometió un pequeño error al salirse en la curva 4 pero logró evitar una caída. Cada piloto optó por diferentes combinaciones de neumáticos, algunos con gomas blandas y otros más conservadores.
No pasó mucho tiempo antes de que Bagnaia lanzara su primera advertencia al quedarse con la cabeza momentáneamente antes del primer descanso. Con cinco victorias consecutivas en su haber en Austria, sus intenciones estaban claras. Pero Marc Márquez tenía otras ideas y rápidamente lo superó bajando su tiempo personal en tres décimas. La presencia del legendario Valentino Rossi, observando todo desde la línea de boxes, añadía aún más emoción al ambiente.
Mientras tanto, Maverick Viñales, tras una fractura en su hombro izquierdo, estaba decidido a regresar a la competición aunque todavía no se encontraba al 100%. KTM también mostró algunas novedades prometedoras en sus carenados mientras todos se preparaban para darlo todo.
Al final del día, nadie logró superar el tiempo del octocampeón Márquez durante esta primera tanda; los pilotos decidieron dejar los intentos serios para más tarde. Todo apunta a que este GP será emocionante, cargado de sorpresas e incertidumbres que mantendrán a todos pegados a sus asientos.