La historia que traemos hoy es una de esas que nos hace reflexionar sobre la seguridad en nuestras calles. La pasada semana, un hombre de 48 años se convirtió en protagonista de una fuga espectacular en el Port d’Alcúdia. Los agentes de la Guardia Civil, que estaban realizando su labor diaria de vigilancia, notaron algo raro cuando vieron a un coche girar bruscamente y hacer maniobras peligrosas para evitar ser interceptado.
Lo que parecía un simple intento de evasión terminó convirtiéndose en una persecución por varias calles. Este individuo, además de no tener ni un solo punto en su carnet de conducir, iba a bordo del vehículo cargado con un arsenal de sustancias prohibidas. Al final, los agentes lograron detenerle y al identificarle se encontraron con una bolsa llena de polvo blanquecino escondida en su bolsillo.
Un doble fondo lleno de sorpresas
No contentos con eso, decidieron registrar el coche. Y vaya si encontraron cosas: dentro de un doble fondo había tres botes llenos hasta el borde con marihuana y otros tipos diferentes de drogas como cocaína rosa “tusi”, MDMA cristal, éxtasis y ketamina. Todo estaba preparado como si fuera a salir a la venta al público más desprevenido.
Pero eso no fue todo; también hallaron pastillas relacionadas con problemas más delicados como la disfunción eréctil. Para añadir más sabor a esta película, había una báscula precisa lista para medir dosis y bolsas tipo zip nuevas esperando ser utilizadas. ¿Y lo mejor? Un total de 2.625 euros fraccionados y 48 dólares escondidos entre los asientos. Sin duda, una historia digna de contar y reflexionar sobre las decisiones que tomamos.