La Catedral de Mallorca se prepara este jueves para una celebración que revive las tradiciones más profundas de nuestra tierra. En la víspera de l’Assumpció, la procesión de la Mare de Déu Morta se convierte en el corazón palpitante del templo, donde las Vírgenes Dormidas llenan cada rincón con su mística presencia.
Una tradición que resuena
Desde las 20 horas, el ambiente se llena de cantos y reverencias. La Capella de la Seu, bajo la dirección del maestro Joan Company y con los acordes del organista Bartomeu Mut, dará inicio a las Vespres, envolviendo a todos en una atmósfera casi mágica. El canónigo Pere Oliver nos recuerda que esta imagen será trasladada en posición yacente, simbolizando su descanso eterno mientras los ángeles que la rodean parecen guiarla hacia el cielo.
Pero lo realmente impresionante es ver cómo cuatro valientes voluntarios levantan con cuidado esta obra maestra artística que pesa cerca de 100 kilos. Sebastián Escalas, experto en patrimonio de la Seu, no puede ocultar su entusiasmo al afirmar que «es uno de los conjuntos más queridos por los visitantes» y destaca su belleza en medio del bullicio turístico.
Cuando finalmente la Virgen Dormida repose frente al portal mayor, disfrutaremos también de un pequeño concierto dedicado a ella. Y si no puedes asistir a esta vigilia tan especial, ¡no te preocupes! El día siguiente podrás acercarte a ver su Llit durante la misa matutina o desde el sábado hasta el 22 de agosto en horario habitual. Los residentes tienen acceso gratuito y siempre son bienvenidos.
Esta joya del siglo XVI descansa en una urna barroca, diseñada como un sepulcro gracias al canónigo Pere Joan Belloto. Su escudo adorna el sarcófago mientras los ángeles del siglo XVII sostienen con devoción las varas del palio guiando a nuestra querida Virgen hacia su ascenso celestial. Con cada detalle resplandece una historia rica en fe y cultura que nos une como comunidad.