Imagina un girasol tan alto que podría tocar el cielo, como si fuera un edificio de tres plantas. Eso es exactamente lo que ha logrado Alex Babich, un agricultor de Fort Wayne, Indiana, al cultivar una planta que ha alcanzado la asombrosa altura de 9,41 metros. Esta no es solo una historia sobre flores; es una historia de perseverancia y comunidad.
Babich ya había intentado romper el récord estadounidense el año pasado sin éxito, pero este año todo cambió. Su enorme girasol, cariñosamente llamado Clover, ha conseguido superar el récord anterior de 9,17 metros establecido por otro cultivador. Un documental titulado Bloom sigue sus pasos y documenta cada esfuerzo, desde las primeras semillas hasta este impresionante logro. El equipo incluso regresó a casa para captar ese momento emocionante cuando Clover rompió la marca.
La comunidad se une por Clover
No fue solo su dedicación la que llevó a Babich al éxito; también recibió un apoyo increíble de sus vecinos. Para proteger a Clover de las ardillas traviesas y permitirle crecer sin contratiempos, le ofrecieron una plataforma elevadora. “Llevamos aquí 30 años. Tenemos muchos amigos y familiares aquí, y todos nos han ayudado muchísimo”, cuenta emocionado Alex. “Sus ánimos han sido fundamentales para que la planta creciera bien”. Ahora solo queda esperar la confirmación oficial de los jueces de Guinness World Records para hacer este hito completamente oficial.