En la madrugada del sábado 9 de agosto, una discusión aparentemente trivial entre dos hombres en un bar de La Soledad se tornó en un episodio violento y aterrador. Todo comenzó cuando uno de ellos prestó diez euros al otro para pedir más bebida. Una pequeña cantidad que, irónicamente, desató una tormenta.
Una noche que terminó en tragedia
Al poco tiempo, el deudor se negó a devolver el dinero y fue entonces cuando las palabras subieron de tono. En medio de la tensión, el presunto agresor no dudó en tomar un vaso de cristal, romperlo y utilizarlo como arma. El resultado: una puñalada en el cuello que dejó a su compañero gravemente herido.
Los servicios sanitarios llegaron rápidamente al lugar, junto con varias patrullas del Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional. La víctima fue trasladada urgentemente a un hospital, mientras los agentes comenzaron la búsqueda del atacante. ¿Cómo puede llegar alguien a tal extremo por una simple deuda?
Minutos después, lograron localizar al sospechoso. Aunque había intentado deshacerse del vaso roto, no pudo escapar del peso de sus acciones. Al ser interrogado, admitió haber causado las lesiones con ese trozo de cristal afilado. Así es como se enfrenta ahora a cargos por homicidio en grado de tentativa.
Esta historia nos recuerda lo frágil que puede ser la línea entre una noche divertida y una tragedia sin sentido. Diez euros tirados a la basura por un momento de ira; una lección dolorosa para todos nosotros.