La historia comienza en la soleada calle Miquel Dolç, donde un simple mal aparcamiento dio pie a una investigación que no muchos esperaban. El pasado 12 de junio, dos agentes de la Unidad Motorizada (UMOT) se encontraron con una furgoneta que ocupaba más espacio del necesario y decidieron actuar. Pero lo que parecía ser un día cualquiera, pronto se tornó en algo más intrigante.
Cuando el dueño del vehículo apareció para dar explicaciones, mostró un carné de conducir expedido en Pakistán. Sin embargo, los agentes notaron algo raro. El documento no tenía esa claridad que uno espera ver y carecía de las medidas de seguridad esenciales. Sospechas al aire, una anotación sobre posible fraude ya estaba registrada sobre este individuo en la DGT.
Las investigaciones dan su fruto
El carné fue confiscado y enviado para su análisis a la Sala de Atestados. La Unidad de Vehículos de Accidentes (UVAC) se encargó de inspeccionarlo minuciosamente. ¿El resultado? Una conclusión clara: el carné era falso, no había duda alguna tras compararlo con documentos auténticos y verificar sus elementos de seguridad ausentes.
A raíz de esta pesquisa, el 2 de agosto llegó la citación al propietario del vehículo para declarar ante la policía como investigado no detenido por un presunto delito de falsificación. Además, se le advirtió que podría tener que presentarse ante la autoridad judicial si así lo requerían.
Una situación complicada para él y un recordatorio más para todos nosotros sobre cómo a veces los pequeños descuidos pueden llevarnos a situaciones inesperadas. Y es que vivir al margen de la legalidad nunca trae nada bueno.