En el vibrante mundo de la MotoGP, Álex Márquez ha decidido cambiar el rumbo de su temporada. Actualmente, con 120 puntos a la sombra de su hermano Marc, tras un complicado paso por Assen donde sufrió una caída brutal, ahora su mirada se centra en superar a Bagnaia, quien le lleva 48 unidades de ventaja.
La lucha por el subcampeonato
A pesar del revés en Brno y de los errores que han marcado su camino, Álex no se rinde. «Lo importante para mí es aprender y no repetir esos fallos», reflexionaba tras la carrera dominical. Su sinceridad es palpable: reconoce que este fin de semana estaba más nervioso de lo habitual y eso afectó su rendimiento. Sin embargo, mantiene viva la esperanza; «Llevamos 12 carreras, quedan 10 y somos segundos en el campeonato», dice con determinación.
A medida que se acercan las próximas competiciones, el piloto del equipo Gresini sabe que el subcampeonato es un objetivo más alcanzable que derrocar al imbatible Marc. Consciente de que está compitiendo desde un equipo satélite sin la misma infraestructura que Ducati oficial, ganar a Pecco sería un hito notable.
Aún así, no pierde la perspectiva; «Ser segundo sería algo impresionante». Para él, cada error cuenta y se ha comprometido a regresar más fuerte para Austria. «No es hora de tirar todo a la basura», concluye Álex con una mezcla de frustración y optimismo.