Todo comenzó como una noche de risas y celebraciones, el cumpleaños de una amiga. Pero lo que debería haber sido un momento de alegría se tornó en frustración para Sidi, un vigilante de seguridad que jamás imaginó que al volver a por su moto en es Portixol, se encontraría con un panorama desolador. Su ciclomotor, aparcado con esmero, había sido golpeado por un Ford Ka cuyo conductor decidió huir sin dejar rastro.
«Me va a costar unos 1.000 euros</strong» para arreglarla y, para colmo, ahora tengo que alquilarme otra moto solo para poder ir a trabajar», lamenta Sidi mientras mira las fotos de los daños. Había dejado su vehículo alrededor de las 20:00 horas y al regresar tras la fiesta, el manillar estaba partido. Un daño irreparable en ese momento; sin embargo, lo peor fue la falta de responsabilidad del infractor.
La testigo valiente
Afortunadamente, no todo fue desidia. Una testigo presenció la escena y no dudó en recriminar a la conductora y a su acompañante por marcharse como si nada hubiera pasado. «¡No puede ser!», les gritó mientras capturaba una foto del coche donde quedó plasmada la matrícula. Esa imagen podría ser crucial para ayudar a Sidi en esta situación tan complicada.
Ahora mismo, su moto está en el taller esperando reparaciones, pero él todavía alberga esperanzas de que la conductora dé la cara. «Si quiere hacer un parte amistoso antes de que denuncie el lunes a la Policía Local, estoy dispuesto», asegura con determinación.
Sidi hace un llamado: si alguien tiene información o si esa misma conductora desea asumir sus responsabilidades puede ponerse en contacto enviando un correo a sucesos@ultimahora.es. La comunidad siempre tiene más fuerza cuando se une ante situaciones así.