En el mundo de la Fórmula 1, las palabras pesan y Zak Brown lo sabe bien. El CEO de McLaren no ha tenido reparos en hablar claro tras la salida de Christian Horner, quien estuvo al mando de Red Bull durante dos décadas. La noticia llegó después del Gran Premio de Gran Bretaña, donde se anunció que Horner dejaba su puesto con ‘efecto inmediato’. En su lugar, Laurent Mekies asume las riendas, y parece que este cambio trae consigo un soplo de aire fresco.
Un nuevo capítulo en la rivalidad
Para aquellos que seguimos la F1 de cerca, es evidente que entre Brown y Horner había una rivalidad intensa. En varias ocasiones, sus enfrentamientos fueron más allá de la pista, reflejando tensiones políticas dentro del paddock. Sin embargo, ahora con Mekies al mando en Milton Keynes, Brown está dispuesto a ver el vaso medio lleno. “Me alegra que Laurent esté aquí”, declaró con entusiasmo a ‘The Telegraph’. Para él, esto es un paso adelante para el deporte y una oportunidad para centrarse en lo verdaderamente importante: competir.
A medida que avanza esta nueva etapa, Brown también reflexiona sobre los excesos políticos que marcaron el tiempo de Horner. “Siempre habrá política en la Fórmula 1”, aclara. Pero cuando las acusaciones empiezan a volar sin fundamento, eso ya es otro tema. Con Mekies al frente, siente que hay una mayor posibilidad de mantener un diálogo constructivo sobre los asuntos que realmente importan.
“Ahora hay una confianza renovada”, continúa Brown. “Cuando nos sentamos a hablar sobre algo delicado, podemos hacerlo sin miedo a que se convierta en un arma política”. Esas palabras revelan un deseo genuino por una convivencia más armoniosa en el paddock. Así pues, mientras todos luchan por ser los mejores en la pista, también hay esperanza de poder colaborar fuera de ella para mejorar el espectáculo y beneficiar al deporte.”