Una historia de esfuerzo y dedicación se ha escrito recientemente en el mundo del voleibol masculino español. Las selecciones sub-16 y sub-19 han dado un verdadero espectáculo, llevándose el subcampeonato europeo y una medalla de bronce en el mundial, todo gracias a la participación de talentos como Marc González y la dirección técnica de Josep Tous, Tugores, Okafor y Dezuttere.
Un Final Apasionante en Armenia
En la vibrante capital de Armenia, los jóvenes españoles se enfrentaron a Italia en una final que mantuvo a todos al borde del asiento. El primer set comenzó con un dominio claro por parte del equipo italiano, que se llevó la manga 25-21 con remates potentes y una recepción impecable. Pero España no se quedó atrás; en el segundo set, demostraron su capacidad de reacción ganando 25-18 gracias a una ofensiva bien coordinada.
A pesar de la igualdad en el tercer set, donde ambos equipos lucharon con uñas y dientes, Italia logró imponerse nuevamente por 25-23. Finalmente, cerraron el cuarto set con un 25-19 que les otorgó el título europeo. Sin embargo, lo que estos chicos han mostrado durante todo el campeonato es digno de admirar: resiliencia, cohesión y un juego moderno que ha dejado huella.
No lograron alzarse con la medalla dorada esta vez, pero sí nos dejaron claro que son uno de los equipos más sólidos del torneo. El entrenador Diego Taboada ha sabido inculcar una filosofía basada en la entrega y la disciplina entre sus jóvenes promesas.
Y si esto no fuera suficiente, la selección sub-19 también tuvo su momento estelar en Tashkent durante su partido por el tercer puesto del Mundial. Tras perder el primer set ajustadamente por 23-25, los chicos volvieron a levantarse como auténticos campeones para empatar 25-23 en el segundo set. Aunque Irán tomó ventaja otra vez al llevarse el tercer parcial 15-25, nuestra selección nunca perdió la fe. En un cuarto set espectacular lograron empatar 25-21 forzando un quinto decisivo.
El tie-break fue puro nervio; España demostró su concentración hasta cerrar ese emocionante partido con un contundente 15-10 que desató una euforia indescriptible entre los seguidores. Este bronce no es solo una medalla más; representa un hito histórico para nuestros jóvenes deportistas.
A lo largo del campeonato se vio cómo cada jugador aportó desde defensa hasta ataque; todos mostraron consistencia y pasión ante cada reto superado. Con este éxito bajo el brazo, España vuelve a casa orgullosa y lista para seguir cultivando nuevos talentos que aseguran un futuro brillante para nuestro voleibol juvenil.