El mundo del fútbol está lleno de sorpresas, y la última ha llegado desde Alemania. Granit Xhaka, el mediocampista suizo que ha sido un pilar en el Bayer Leverkusen, está a punto de hacer las maletas y regresar a Inglaterra para unirse al Sunderland, recién ascendido a la Premier League. Esta decisión no solo marca un nuevo capítulo en su carrera, sino que también evidencia las tensiones recientes entre él y su entrenador, Erik Ten Hag.
Un acuerdo inminente
A pesar de que la salida de Xhaka parecía un tema delicado, parece que todo está listo para hacer oficial su fichaje en las próximas horas. Con un acuerdo verbal ya establecido entre el jugador y el club inglés, solo faltaba que los clubes llegaran a un entendimiento. Y por lo visto, eso ya está ocurriendo. Se habla de una cifra cercana a los 20 millones de euros como parte del traspaso.
Desde Inglaterra han señalado que hoy mismo se espera que Xhaka viaje para firmar su contrato hasta 2027 con los ‘black cats’. Al respecto, Ten Hag no se ha quedado callado: «Puede decir lo que quiera; no dejaré ir a más jugadores», afirmó tras enterarse de la situación. Estas palabras nos muestran la presión constante en el entorno del fútbol profesional.
Xhaka llega al Sunderland con una carga importante de experiencia y liderazgo tras haber jugado un papel clave en el histórico triplete del Leverkusen hace dos temporadas. Este movimiento no solo es significativo para él, sino también para un Sunderland que ha estado gastando fuerte en este mercado de fichajes.