El pasado 24 de septiembre de 2024, en el Mercadona de la calle Uetam en Palma, dos personas decidieron que no pagar era una opción. Juan David M. e Isabel M. entraron al supermercado como cualquier cliente, pero pronto se dejaron llevar por la tentación y llenaron su carrito con productos que no pensaban abonar.
Cuando el vigilante de seguridad los sorprendió robando, lo primero que hizo Juan David fue entregarle lo que había tomado. Pero eso no fue suficiente: mientras él esperaba a Isabel fuera del establecimiento, ella salió con una bolsa de nuggets y un paquete familiar de pechuga entera de pollo, todo valorado en 11,66 euros.
Un enfrentamiento inesperado
Poco después, el vigilante logró detener a la pareja con la ayuda de un trabajador del supermercado y un agente de Policía Local que pasaba por allí. ¿Y qué decidieron hacer ellos? En vez de rendirse, optaron por la pelea. Isabel se lanzó a atacar al vigilante mientras Juan David intentó amedrentar a todos con una porra que se le había caído.
No contentos con eso, también golpearon al policía local durante el forcejeo. Las cosas se salieron completamente de control y acabaron detenidos por varios delitos relacionados con el robo y agresiones. El vigilante salió herido con hematomas y contusiones; el trabajador sufrió erosiones en el brazo; mientras que el pobre agente terminó con policontusiones y hasta rotura del menisco.
A pesar de haber recuperado los nuggets y la pechuga para evitar su venta, Mercadona no pudo hacer nada más que reclamar su importe. Ahora un juzgado les ha impuesto una orden de alejamiento del lugar donde intentaron llevar a cabo su pequeño atraco. La Fiscalía ya ha pedido cinco años de cárcel para ambos y además indemnización a las víctimas por las lesiones sufridas y a Mercadona por los productos robados.
Toda esta locura surgió solo por un puñado de nuggets y unas pechugas… ¿merecía realmente tanto esfuerzo?