El RCD Mallorca se ha estrenado en su pretemporada con un partido que, aunque dejó algunas dudas, también ofreció destellos de esperanza. En el Arena de Kufstein, los bermellones lograron una victoria por 2-1 ante el Al Shabab Al Alhi de Dubái, gracias a los goles de Javi Llabrés y Muriqi. Sin embargo, no todo fue perfecto: Pablo Torre falló un penalti que podría haber cambiado el rumbo del encuentro.
Un triunfo para construir
Arrasate y su equipo saben que hay mucho trabajo por delante. A pesar de la victoria, la falta de ritmo se notó en cada jugada. En la primera parte, ambos equipos parecían estar buscando su sitio, como si todavía estuvieran soñando despiertos. Pero después del descanso, el Mallorca mostró otra cara, más activa y decidida.
Javi Llabrés, un joven talento del club, aprovechó esta oportunidad para brillar. Con un gol que llegó tras una buena combinación colectiva y un rebote favorable, el jugador de Binissalem parece decidido a ganarse su lugar en el equipo. “Estoy aquí para demostrar lo que puedo hacer”, comentó tras el partido.
Aun así, los errores fueron parte del juego; el penalti fallido de Torre dejó un sabor amargo que todos quisieran haber evitado. Pero justo cuando parecía que los bermellones se conformarían con un empate, Muriqi apareció en escena y marcó desde los once metros al borde del final.
Pese a las deficiencias mostradas en este primer amistoso en tierras austríacas, es innegable que ganar siempre ayuda a elevar la moral. Los jugadores están empezando a afinarse y Arrasate tiene claro que esto es solo el principio; aún queda mucho camino por recorrer antes de la temporada oficial.