En medio del estruendo de los bombardeos, el Ejército israelí ha decidido anunciar un nuevo plan de ayuda para Gaza. Sí, lo han hecho. Este sábado nos llegan noticias de que pretenden implementar lanzamientos aéreos con «asistencia» y «corredores humanitarios» para facilitar el paso de los convoyes de la ONU. Pero, ¿realmente podemos confiar en estas promesas?
Según lo que comentan las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), esta madrugada comenzarán a caer palés cargados con harina, azúcar y alimentos enlatados. Ellos dicen que esto permitirá que la ayuda llegue a quienes más la necesitan, pero ¿qué hay detrás de todo esto? En su comunicado afirman que van a garantizar el movimiento seguro para los convoyes humanitarios e incluso contemplan pausas humanitarias. Suena bien, pero cuando uno mira la realidad sobre el terreno, la situación es desoladora.
La dura realidad sobre el terreno
A pesar del anuncio optimista del ejército israelí, organizaciones internacionales claman por una situación crítica en Gaza. Ellos aseguran que no hay hambre en la zona y tachan las denuncias como una campaña falsa impulsada por Hamás. Mientras tanto, las FDI continúan sus operaciones militares sin tregua, insistiendo en que son responsables del orden y distribución de la ayuda. ¡Menuda contradicción!
Parece un juego macabro: lanzan algo de comida desde el aire mientras siguen arrasando el lugar. Y claro, esperan que la ONU se encargue eficientemente de repartir lo poco que dejan caer. Las expectativas son bajas y el sufrimiento es inmenso.