En una mañana que parecía normal, la Guardia Civil decidió poner fin a un oscuro capítulo en s’Arenal de Llucmajor. Dos clubes cannábicos, que operaban como si fueran el paraíso de los turistas en busca de marihuana, fueron desmantelados bajo la mirada atenta de los vecinos, cansados de ver cómo su comunidad se convertía en un mero escaparate del tráfico de drogas.
La historia comenzó hace unos meses, cuando las quejas comenzaron a inundar las oficinas de la Guardia Civil. Largas filas de turistas, ansiosos por comprar su dosis durante el verano, eran una imagen habitual ante estos locales disfrazados de asociaciones. Así que no tardaron en actuar; con la operación bautizada como Verband, llevaron a cabo registros en varios domicilios y establecimientos, descubriendo más de cinco kilos de marihuana y dos kilos de hachís. Además, hallaron 60.000 euros en efectivo y algunos relojes lujosos. ¿Y qué decir de las armas simuladas? Un auténtico despropósito.
Un operativo internacional contra el tráfico
A lo largo del operativo participaron diversas unidades: desde el Grupo de Reserva y Seguridad hasta la Polizei alemana y la Gendarmería Francesa. Todos juntos dentro del marco del Plan Turismo Seguro 2025. Al final, diez personas —seis hombres y cuatro mujeres— fueron detenidas por delitos graves como el tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Y aunque muchos esperaban justicia inmediata, quedaron libres tras ser acusados.
Sigue resonando en nuestras cabezas la pregunta: ¿hasta cuándo permitiremos que estos entornos sigan funcionando con total impunidad? Es hora de tomar conciencia sobre lo que sucede cerca nuestro y dejar claro que no vamos a tolerar este monocultivo turístico ni un minuto más.