La historia que hoy traemos es una de esas que no nos deja indiferentes. En la hermosa isla de Mallorca, un grupo de tres mujeres búlgaras ha sido detenido tras ser sorprendidas in fraganti, poniendo en práctica su peligrosa rutina delictiva. Estas profesionales del hurto se dedicaban a robar carteras y estafar a los turistas desprevenidos que paseaban por las zonas comerciales más concurridas.
Las detenidas formaban un equipo bien organizado, cada una con su papel claro. Se acercaban a sus víctimas en los comercios, buscando ese momento de distracción para lanzar su ataque furtivo. Y cuando las víctimas menos lo esperaban, ¡zas! Su cartera desaparecía. La técnica era astuta: incluso se hacían pasar por turistas para confundirse entre la multitud y escapar sin levantar sospechas.
Un operativo eficaz
El origen de esta operación policial comenzó en la Comisaría de Distrito Centro, donde los agentes locales se dieron cuenta de que varias integrantes de este grupo delictivo estaban merodeando por el centro de Palma. Así fue como el pasado lunes, pusieron en marcha un dispositivo que culminó con la detención de estas tres mujeres dentro de un comercio.
A lo largo de su actividad delictiva, habían logrado sustraer efectos y dinero por un valor cercano a los 10.000 euros. Al ser presentadas ante el juez, se les impuso una orden de alejamiento que les prohíbe pisar Palma e incluso se les dio un tiempo límite para abandonar la ciudad. Una decisión drástica pero necesaria para proteger a quienes visitan nuestras calles buscando disfrutar y no acabar con sus pertenencias tiradas a la basura.