El pasado viernes 18 de julio, una escena desafortunada tuvo lugar en Son Ferriol. Un hombre español de 46 años, al volante de su furgoneta y con la tasa de alcohol por las nubes, perdió el control y se estrelló contra un pilón metálico. Además, impactó contra un coche aparcado que no tenía nada que ver con su imprudencia.
Todo ocurrió mientras intentaba incorporarse a la Avenida del Cid, algo que parecía complicado para él. Pero lo peor estaba por llegar. Al llegar los agentes de la Policía Local de Palma, quienes forman parte de la Unidad de Vehículos de Accidentes (UVAC), se dieron cuenta rápidamente del estado del conductor. Con síntomas evidentes de embriaguez, no había mucho margen para las dudas.
Una prueba que no miente
Al realizarle la prueba de etilometría, el resultado fue claro: ¡0,78 miligramos por litro! Esto es más del triple del límite legal permitido. Una vez más, vemos cómo algunos deciden ignorar las reglas y poner en riesgo la vida ajena y propia.
Las autoridades redactaron el atestado correspondiente y dejaron claro al implicado que era investigado por un presunto delito contra la seguridad vial. Su furgoneta fue inmovilizada y llevada al Depósito Municipal. Mientras tanto, nosotros nos preguntamos ¿cuántas veces más tendremos que enfrentar este tipo de situaciones? La irresponsabilidad sigue dando alas a lo inaceptable.