La tranquilidad habitual de Llucmajor se ha visto sacudida por la presencia inesperada de dos helicópteros que volaron a baja altura sobre la icónica torre de S’Estalella. ¿Cómo es posible que esto suceda sin previo aviso? La sorpresa y la indignación han invadido a los vecinos, que se sienten como si su espacio y su paz hubieran sido violados en un abrir y cerrar de ojos.
Una comunidad alerta
Las reacciones no se han hecho esperar. “Es inaudito que esto ocurra en nuestra zona”, comentó uno de los residentes mientras miraba al cielo con desdén. Y es que, para muchos, estos sobrevuelos son solo una muestra más del desprecio hacia lo local, como si nuestros paisajes fueran un simple escenario para juegos ajenos.
En medio de este revuelo, otros problemas también surgen: la llegada masiva de camiones cargados con residuos desde Eivissa ha encendido las alarmas entre ecologistas y habitantes por igual. “¿Hasta cuándo vamos a seguir soportando esta invasión?”, se pregunta un grupo de activistas que no están dispuestos a quedarse callados ante la amenaza que supone esta situación.
Con cada incidente, nos queda claro que debemos estar alerta y unir nuestras voces. Porque aunque hoy sea solo el vuelo de unos helicópteros, mañana podría ser algo mucho más grave. No dejemos que tiren a la basura lo que tanto amamos.