En Gaza, las cosas se están poniendo cada vez más oscuras. Las autoridades locales, bajo el control de Hamás, han revelado que la cifra de muertos por hambre y desnutrición ha alcanzado casi los 115 desde que comenzó la ofensiva israelí tras los ataques del 7 de octubre de 2023. Una situación que nos deja sin palabras y con el corazón encogido.
El Ministerio de Sanidad gazatí anunció a través de un comunicado en Facebook que, en solo 24 horas, se han contabilizado dos nuevas muertes relacionadas con esta crisis alimentaria. Esto nos hace reflexionar sobre lo que está sucediendo día a día en este enclave tan asediado. La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), por su parte, no ha tardado en alertar sobre el alarmante aumento de la desnutrición infantil.
Una realidad desgarradora
Las cifras son escalofriantes: cerca de 5.000 niños menores de cinco años han sido analizados durante las primeras semanas de julio, y aproximadamente un nueve por ciento se encuentra gravemente desnutrido. En comparación con meses anteriores, estos números son preocupantes; hemos pasado del 6% en junio al alarmante porcentaje actual. La ciudad de Gaza vive una crisis aún más acuciante, donde hasta un 16% de los niños examinados padecen desnutrición aguda.
Parece increíble pensar que más del 95% de los niños en Gaza consumen menos de ocho grupos alimentarios esenciales. Desde enero, se han documentado casos trágicos: al menos 20 pequeños han muerto debido a una desnutrición severa, trece solo este mes. Un número que sigue creciendo mientras la violencia continúa devastando vidas y esperanzas.
A medida que avanza esta ofensiva —que Israel lanzó como respuesta a unos ataques fatídicos— las voces desde Gaza claman desesperadamente por ayuda y atención internacional ante una crisis humanitaria que amenaza con arrastrar aún más vidas hacia la oscuridad.