En un giro inesperado de los acontecimientos, un turista británico de 41 años ha sido detenido por la Guardia Civil en el aeropuerto de Palma tras intentar llevarse a casa unos perfumes valorados en más de 1.000 euros. El ladrón, que estaba acompañado de su mujer, fue sorprendido in fraganti gracias a la vigilancia atenta de uno de los empleados del ‘duty free’.
Todo ocurrió el miércoles. Un vigilante notó que varios productos habían desaparecido misteriosamente de las estanterías y, sin pensarlo dos veces, revisó las grabaciones. Las imágenes eran claras: el hombre había llenado sus manos con siete frascos de perfume antes de salir del establecimiento como si nada hubiera pasado.
Una rápida acción policial
No pasó mucho tiempo hasta que el vigilante alertó a la Guardia Civil. Con la descripción del sospechoso en mente, los agentes comenzaron su búsqueda y pronto lo encontraron en la zona de pasaportes. Al ver a los guardias, no pudo evitar confesar lo ocurrido.
El jueves, este hombre fue llevado ante un juez y se sometió a un juicio rápido donde aceptó una condena que consistía en doscientos meses tras las rejas. Pero aquí viene lo interesante: esa pena fue reemplazada por una multa económica de 600 euros, algo que seguramente le hará pensar dos veces antes de repetir esta travesura.
Aunque esta historia tiene tintes cómicos, nos deja reflexionando sobre cómo algunas decisiones pueden llevarnos a situaciones sorprendentes e inesperadas. ¡Cuidado con lo que llevamos al viaje!