En un día más de horror en Donetsk, el gobernador Vadim Filashkin ha compartido la triste noticia de que cinco personas han perdido la vida y otras doce han resultado heridas debido a los recientes ataques aéreos lanzados por las fuerzas rusas. Esta región del este de Ucrania, marcada por el conflicto desde 2022, sigue siendo un campo de batalla donde los civiles son las principales víctimas.
El drama humano tras los bombardeos
Filashkin ha revelado que, entre los fallecidos, dos eran de la ciudad de Pokrovsk y otros dos de Bílitske. La quinta víctima se registró en Illinivka. Estos ataques no solo han cobrado vidas, sino que también han dejado destrozados edificios residenciales, oficinas gubernamentales y hasta una instalación energética. Es escalofriante pensar que mientras esto ocurre, en redes sociales se escucha al gobernador afirmar: «Los rusos siguen cazando civiles».
Ayer también fue un día significativo a nivel político; los presidentes Vladimir Putin y Donald Trump mantuvieron su quinto intercambio telefónico desde enero. En esta conversación, Putin reiteró su confianza en alcanzar los objetivos fijados en Ucrania, justo cuando Trump le pedía a gritos poner fin a esta espiral de violencia. La distancia entre las palabras y la realidad sobre el terreno es abismal.