En un ambiente tenso y cargado de emociones, el PSOE ha levantado la voz para acusar al PP de hacer trizas la belleza natural de la Serra de Tramuntana. ¿Es que no tienen conciencia? La indignación entre los ciudadanos crece, mientras los políticos juegan a un juego peligroso que podría costarnos caro a todos.
La realidad que nos rodea
Ayer, en Llucmajor, se aprobó por unanimidad una moción pidiendo el cierre inmediato de una granja avícola que no solo contamina el entorno, sino que amenaza nuestro patrimonio natural. Y en Palma, las calles se llenaron de personas que se concentraron para protestar contra lo que ellos llaman ‘macrourbanización’, un término que deja claro cómo están arrasando nuestras ciudades en nombre del progreso.
A medida que avanzamos hacia un futuro incierto, el producto local balear ya tiene su propio logotipo. Pero eso no es suficiente; necesitamos acciones concretas y menos palabrería vacía. Y hablando de realidades duras, un motorista joven se encuentra en estado grave tras un accidente cerca del túnel de Gènova. Tragedias como esta nos recuerdan lo frágil que es nuestra vida diaria aquí.
Además, más de cien personas se dieron cita en el CEIP Pare Bartomeu Pou para defender a nuestros docentes ante los ataques injustos provenientes de Vox. Esto resalta una verdad inquietante: la mitad de las agresiones a educadores provienen de familias desbordadas por problemas sociales. Es hora de sentarse y reflexionar sobre cómo podemos proteger lo valioso: nuestra educación y nuestra gente.