El pasado 1 de julio, la tranquila vida de un edificio en Palma se vio sacudida por un inusual problema: una piscina desmontable que terminó resquebrajando sus cimientos. ¿Cómo es posible? Pues bien, más de 5.000 kilos de agua estaban ejerciendo una presión descomunal sobre las estructuras del edificio, y el resultado no podía ser otro que un peligro inminente.
La historia comenzó cuando un técnico de seguridad, alarmado por la situación, dio la voz de alarma a la Policía Local. Así, alrededor de las 12.30 horas, varios agentes y los Bombers de Palma llegaron al lugar para evaluar lo que estaba sucediendo. La escena no era sencilla; había que actuar rápido para evitar mayores daños. Con decisión, decidieron vaciar la piscina inmediatamente.
Las advertencias necesarias
Según informaron desde la Policía Local, esta piscina tenía unas dimensiones nada despreciables: 1,70 metros de altura y 4,50 metros de largo. Y aquí viene lo más importante: muchas terrazas o áticos simplemente no están preparados para soportar el peso equivalente al de cien personas, todo concentrado en un espacio tan reducido como el que ofrece una terraza.
Así que ahí queda el mensaje para todos nosotros: antes de instalar una piscina en nuestra terraza soñada, sería prudente consultar a un profesional. No podemos permitirnos tirar a la basura nuestro hogar por no tener en cuenta estos detalles vitales.