Un día cualquiera en la hermosa isla de Creta se transformó en un auténtico caos. Alrededor de 1.500 personas, entre vecinos y turistas desprevenidos, se vieron obligados a abandonar sus hogares y hoteles debido a un incendio voraz que no cesa su avance. Aunque los servicios de emergencia han intensificado sus esfuerzos, la situación sigue siendo crítica.
Los bomberos luchan contra varios focos activos, mientras el viento, traicionero y fuerte, propaga las llamas con una rapidez alarmante. En especial, la localidad de Yerápetra ha sido uno de los lugares más afectados, donde incluso se han tenido que evacuar varios hoteles como medida preventiva.
Refugio temporal para los evacuados
Cientos de personas pasaron la noche en un polideportivo habilitado como refugio temporal. “Es una experiencia aterradora”, comentaba un turista mientras recogía sus cosas apresuradamente. Las autoridades también han reportado que algunas personas tuvieron que ser atendidas en centros de salud por problemas respiratorios leves. Sin duda, este episodio pone en jaque a una región que vive del turismo y del calor humano de su gente.