El Gran Premio de Gran Bretaña se acerca y McLaren ha decidido dar un giro a su imagen. Olvidémonos del naranja vibrante que les ha acompañado últimamente; este año, el equipo de Woking vuelve a sus raíces con el color plateado, ese que evocó grandes victorias en los años 90 y que ahora se mezcla con la nostalgia y la esperanza de un nuevo comienzo. Andrea Stella, el jefe del equipo, lo tiene claro: «Sabemos que debemos apretar para mantenernos en lo más alto».
Una carrera decisiva en Silverstone
Silverstone no es solo otra pista; es un lugar lleno de historia para McLaren. Este fin de semana será crucial, y todos los ojos están puestos en cómo se desarrollará la competición. En Austria, el equipo tomó decisiones estratégicas al separar a Lando Norris y Oscar Piastri, y eso les dio buenos resultados. La atmósfera está cargada de entusiasmo, especialmente tras una celebración previa en Londres donde los aficionados mostraron su apoyo incondicional.
Sin embargo, la carrera promete ser intensa. Con pilotos como Max Verstappen afirmando que «todo parece una guerra entre dos», queda claro que las posibilidades están muy reñidas. Y aunque Russell podría intentar colarse entre los punteros, necesitará algo más que suerte para meterse en la pelea.
Las condiciones climáticas son otro factor impredecible; Silverstone es conocido por sus sorpresas meteorológicas. Así que ya lo saben: este fin de semana no solo se disputa una carrera más, sino una verdadera batalla donde el plateado de McLaren podría brillar nuevamente o quedar opacado por otros competidores. ¡Que empiece el espectáculo!