La Fórmula 1 nunca se detiene y, mientras aún sentimos la adrenalina del último Gran Premio en Austria, los equipos ya están haciendo las maletas para enfrentarse a uno de los circuitos más icónicos: Silverstone. Allí, entre las legendarias curvas que han visto nacer a tantos campeones, Aston Martin se presenta con una clara ambición: mejorar y seguir luchando.
El mensaje de esperanza de Alonso
Fernando Alonso, ese piloto que siempre ha sabido encontrar la velocidad incluso cuando las cosas se complican, está listo para darlo todo. “Tengo curiosidad por saber cómo iremos ahí”, decía antes del viaje al Reino Unido. Y aunque suene un poco optimista, es fácil notar que en Aston Martin hay ganas de cambiar el rumbo tras unas carreras difíciles.
Andy Cowell, el director del equipo británico, confirmó que vienen con actualizaciones interesantes. Un nuevo suelo y modificaciones en la carrocería son solo algunas de las mejoras que prometen hacer del AMR25 un coche más competitivo. No son cambios revolucionarios, pero sí mejoras que podrían marcar la diferencia.
El trabajo arduo en el túnel de viento parece dar sus frutos. “Hemos completado el último plan marcado”, aseguró Cowell, reafirmando así que no solo piensan en el presente sino también en lo que vendrá en 2026. La clave está en entender cada neumático y su comportamiento durante las carreras; eso puede significar una ventaja real sobre sus rivales.
A medida que nos acercamos a Silverstone, hay un ambiente especial. La posibilidad de lluvia añade un toque extra al espectáculo y muchos recordamos cómo Alonso ha hecho magia bajo esas condiciones. Con un historial impresionante en este circuito, la afición tiene motivos para soñar.
Aston Martin representa no solo una oportunidad más para luchar por puntos; es también la esperanza renovada de ver a Alonso brillar nuevamente. Mientras otros equipos como McLaren o Mercedes buscan consolidarse ante su público local, nosotros estaremos atentos al despliegue verde del British Racing Green y a ese piloto asturiano decidido a dejar su huella una vez más.