La historia comienza con dos hombres rumanos, ambos de 37 años, que se creyeron más astutos que nadie. La Guardia Civil ha dado un golpe sobre la mesa y los ha detenido tras una serie de robos que dejaron boquiabiertos a los golfistas de Mallorca. ¿Lo más impresionante? Se estima que estos tipos sustrajeron relojes de alta gama valorados en más de 100.000 euros. Sin duda, un gran botín.
El juego del engaño
Toda esta trama se destapó gracias a la Operación Pinnacle, llevada a cabo por el Área de Investigación de Calvià. Todo empezó hace unos meses, cuando los agentes notaron un aumento inusual en los robos dentro de las instalaciones deportivas. Los delincuentes no eran tontos: se hacían pasar por jugadores, observaban atentamente a sus víctimas mientras disfrutaban del juego y esperaban su momento para actuar. Era un auténtico juego del gato y el ratón.
Aprovechando cualquier descuido, incluso colocaban piedras en los caminos para forzar a sus presas a bajarse del carrito de golf y así robarles el reloj sin levantar sospechas. Una táctica fría y calculadora que les había funcionado durante bastante tiempo.
Finalmente, tras identificar sus movimientos, la Guardia Civil logró darles caza. Durante la detención, no solo encontraron una gran cantidad de dinero en efectivo procedente de uno de sus robos, sino también varios teléfonos móviles robados y un lujoso vehículo. En un registro posterior en su hotel, recuperaron tres relojes Rolex valorados en más de 80.000 euros, que ya han sido devueltos a sus dueños legítimos.
A día de hoy, se les atribuyen al menos siete robos en campos de golf repartidos entre Palma, Llucmajor, Calvià y Andratx. Pero esto no termina aquí; la investigación sigue abierta y hay quienes creen que podría haber más personas involucradas en esta red criminal tan bien organizada.