El Ayuntamiento de Palma parece estar en un juego de malabares con el uso del suelo rústico. Hace unos días, el regidor de Urbanisme se mostraba firme en su intención de agotar primero el suelo urbano y urbanizable. Pero, oh sorpresa, este miércoles dejó caer la posibilidad de abrir las áreas de transición, aunque lo presentó como algo «remoto» e «hipotético». ¿Qué está pasando realmente aquí?
Cambios inesperados en el panorama urbanístico
La alianza entre PP y Vox ha decidido dar luz verde a la construcción en suelo rústico dentro de estas áreas de transición, ¡y no lo han hecho sin controversia! A través de una maniobra que incluyó a Palma mediante una enmienda a última hora, la capital mallorquina se encuentra ahora en medio del debate. Durante semanas, el Ayuntamiento ha insistido en que su prioridad era el suelo urbano y urbanizable, donde tienen cierta cantidad disponible. Pero ahora esta estrategia parece tambalearse.
La nueva normativa ya está lista para ser discutida en pleno; sin embargo, Fidalgo sigue insistiendo que no hay un texto oficial vigente. Según él, para abrir estas áreas será necesario un acuerdo plenario dentro del año próximo. Y por si fuera poco, también dejó claro que la aprobación del Parlament no sería suficiente sin antes ver publicado todo esto en el Boletín Oficial (BOIB).
A pesar de las dudas y críticas que surgen alrededor de estos cambios legislativos, Fidalgo ha reconocido que el uso del suelo rústico es una posibilidad real. La ley aún prioriza agotar primero lo urbanizable, pero introduce mecanismos para que los ayuntamientos puedan auto-excepcionarse por razones de emergencia habitacional. Y aunque ha sido cauteloso al hablar sobre este futuro desarrollo hipotético, asegura que cualquier movimiento estará lleno de garantías y transparencia.
En un giro final digno de mención, Fidalgo también culpó a la izquierda por haber construido casi 3.000 chalets en suelo rústico entre 2015 y 2023. Así estamos: mientras unos buscan soluciones para ofrecer viviendas asequibles a los ciudadanos -especialmente en Palma- otros parecen más preocupados por añadir polémica al asunto.