El sueño de muchas jugadoras españolas de brillar en Wimbledon se ha desvanecido como un castillo de naipes. La Armada femenina, que tantas alegrías ha dado al deporte nacional, verá su participación reducida a solo tres valientes: Paula Badosa, Jessica Bouzas y Cristina Bucsa. Mientras tanto, otras como Nuria Párrizas, Leyre Romero y Marina Bassols han tenido que hacer las maletas tras caer en la segunda ronda de la fase clasificatoria.
Despedidas dolorosas
Párrizas, quien era la segunda cabeza de serie y traía consigo las esperanzas de muchos, fue derrotada por la checa Linda Fruhvirtova con un contundente 6-3 y 6-1. En el caso de Bassols, el partido fue un auténtico tira y afloja contra la japonesa Ena Shibahara; aunque luchó hasta el final, terminó cediendo con un marcador ajustado de 7-6(5), 6-7(5) y 7-5. Por su parte, Leyre Romero se despidió ante Solana Sierra con un doble 6-4 que dejó a todos con un sabor amargo.
Así las cosas, de todas las raquetas nacionales que llegaron a la ‘qualy’, solo queda en liza Martín Landaluce, quien está a un paso del cuadro principal. Sin duda, una jornada para olvidar en el tenis femenino español que nos deja reflexionando sobre qué futuro les espera a nuestras deportistas en este gran torneo. ¿Serán capaces de levantarse y volver más fuertes? Solo el tiempo lo dirá.