La noche del pasado lunes se tornó oscura en los Jocs des Pla, cuando a eso de las 22:40 horas, un vecino de Ciutadella, de 54 años, fue arrollado por un caballo. Todo transcurría con alegría hasta que este incidente desató una serie de emociones y preocupaciones entre los asistentes. El hombre estaba allí, disfrutando como todos, capturando momentos con su cámara, sin imaginar que iba a convertirse en el protagonista de una tragedia.
Impacto y caos en la celebración
El juego de ‘córrer abraçats’ había ido más allá de lo habitual; dos caballers se abrazaban cuando uno de los animales perdió el control y embistió al fotógrafo. Las imágenes del momento fueron impactantes y se proyectaron en la pantalla ubicada en Es Born, provocando gritos y murmullos entre el público. En cuestión de minutos, todo cambió: la fiesta se detuvo por 20 largos minutos mientras el herido recibía atención.
Fue trasladado al hospital de campaña situado al final de Es Pla, donde los sanitarios trabajaron intensamente para estabilizar su estado. Con un traumatismo craneoencefálico grave y neumotórax derecho, su situación era crítica. La atención fue rápida: lo entubaron y comenzaron la ventilación mecánica mientras drenaban el aire acumulado en su pecho. La urgencia obligó a activar un operativo para llevarlo urgentemente al Hospital de Son Espases.
A pesar del susto monumental que provocó este incidente, la madrugada había comenzado relativamente tranquila; 26 personas habían requerido asistencia médica por golpes de calor debido al calor sofocante. Solo dos traslados previos habían tenido lugar esa noche: una mujer joven con una lesión en el brazo y otra señora mayor con molestias similares.
A media tarde del martes solo quedaba ingresada la joven herida. Mientras tanto, otra mujer que también sufrió un fuerte golpe en la cabeza durante el evento fue dada de alta. La comunidad sigue consternada por lo ocurrido; no es fácil ver cómo una fiesta llena de alegría puede tornarse repentinamente en un momento tan difícil.