El fin de semana pasado, el corazón de Mallorca latió más fuerte que nunca al recibir a Maria Àngels Moreno, la flamante tricampeona de Europa en piragüismo. Fue un momento cargado de emoción, donde su madre la abrazó con lágrimas en los ojos, como si estuviera celebrando no solo una victoria, sino todo el sacrificio y esfuerzo acumulado a lo largo de los años.
Este sábado se escribió una página dorada en su historia: dos medallas de oro brillaron en su cuello tras un día inolvidable. Primero, junto a su compañera Viktoriia Yarchevska, lograron un impresionante récord mundial en la prueba del C2 200. Pero eso no fue todo; también se colgó el oro en el C4 500 Mixto, compitiendo contra equipos de países como Hungría y Moldavia. ¡Una hazaña monumental!
La llegada a casa
Y como si esto no fuera suficiente, el domingo por la mañana llegó otra medalla más en la distancia olímpica del C2 500. Con este tercer metal bajo el brazo, Maria se prepara ahora para brillar aún más en el próximo mundial de Milán y tiene los ojos puestos en los Juegos Olímpicos del 2028.
A su llegada a Palma, un grupo entusiasta del Reial Club Nàutic Port de Pollença la recibió con los brazos abiertos. Entre ellos estaban figuras destacadas como el olímpico Sete Benavides y su entrenador Kiko Martín. Su hermano Joan Antoni y otros amigos también estaban allí para celebrar esta nueva etapa. Fue un recibimiento digno de una estrella emergente que ya está dejando huella tanto a nivel local como nacional.