En el mundo de la hostelería, suele decirse que «el cliente siempre tiene la razón», pero lo cierto es que hay ocasiones en las que esta máxima se tambalea. En un momento donde las reseñas online han tomado protagonismo, algunos clientes parecen olvidar el respeto y la cortesía. Un claro ejemplo de esto ocurrió en un bar de Chipiona, Cádiz, donde un usuario anónimo compartió su experiencia desalentadora a través de Twitter.
“Nunca he vivido una experiencia tan denigrante y desagradable”, comenzaba su relato. El cliente aseguraba haberse sentido ridiculizado y humillado por el dueño, Paco, quien supuestamente les pidió que abandonaran la mesa tras un malentendido. Este tipo de situaciones son más comunes de lo que pensamos y dejan una sombra sobre la industria.
La otra cara de la moneda
Poco después de esta crítica, Paco decidió dar su versión. “Me alegro de haber sido yo quien ha parado los pies a personas así”, respondió con firmeza. Según él, estos clientes ya habían salido del local sin abonar tres cervezas previamente consumidas. Al volver con actitud desafiante, el propietario dejó claro: “Aquí damos un servicio, no somos siervos”. Y es que los hosteleros también son humanos y merecen respeto.
Agradecido por los comentarios solidarios recibidos, Paco aprovechó para visibilizar el trato injusto al que están expuestos muchos trabajadores del sector. No obstante, lejos de aceptar su lección, el cliente continuó atacando al restaurante con cuentas falsas para dejar más reseñas negativas. Una conducta inaceptable.
Las reacciones no se hicieron esperar; muchos usuarios apoyaron al dueño e incluso sugirieron medidas drásticas como exigir el pago o prohibirles la entrada en futuros servicios. La comunidad está cansada de este tipo de abusos y cada vez hay más voces que claman por frenar estas actitudes dañinas.