En un rincón de Reikiavik, tres jóvenes emprendedores de Elche han hecho historia al recibir el Premio del Público en los Premios Jóvenes Inventores 2025. Luis Chimeno, Pilar Granado y Pablo Sosa se presentaron con una idea revolucionaria: unas etiquetas biodegradables que cambian de color cuando los alimentos empiezan a estropearse. Su innovadora propuesta busca combatir ese monstruo llamado desperdicio alimentario, que nos hace tirar a la basura 132 kilos de comida por persona al año en la Unión Europea.
Una solución sencilla y poderosa
La startup Oscillum, fundada por estos tres valientes, ha puesto en marcha un proyecto sencillo pero impactante. Imagina poder saber si tu comida está en mal estado solo con mirar una etiqueta. Sin apps complicadas ni tecnología costosa; solo hay que pegarla en el producto y listo. Durante la ceremonia, celebrada este miércoles, los jóvenes no ocultaron su emoción al agradecer el apoyo recibido y hablar del impacto positivo que está teniendo su invención.
“Ya hemos tenido un premio bastante grande con toda la difusión que hemos recibido”, comentó Luis Chimeno antes de conocer el fallo final. Y así es, porque gracias a esta visibilidad ahora más personas conocen su esfuerzo y dedicación.
No solo Oscillum se llevó el premio más destacado; otros inventos sorprendentes también fueron galardonados en esta edición que reunió más de 450 propuestas de todo el mundo. Desde saquitos para prolongar la vida útil de los alimentos hasta sistemas innovadores para recuperar materiales valiosos de residuos electrónicos. Todo ello demuestra que entre jóvenes hay una llama encendida por crear un futuro mejor.
Así que ahí lo tenemos: un pequeño gran paso hacia un mundo donde desperdiciar comida sea cosa del pasado, gracias a una etiqueta capaz de transformar nuestra relación con lo que comemos.