En un rincón soleado de Andratx, los trabajadores de la limpieza están viviendo una situación que no deberían tener que soportar. Imagínate estar horas bajo el sol abrasador, con el sudor empapando tu camiseta, y sin la más mínima sombra o protección. Así es como muchos de ellos pasan su jornada laboral, y ya es hora de que se escuche su grito desesperado.
La indignación en el aire
Estos valientes que se encargan de mantener nuestras calles limpias han decidido no quedarse callados. «¿Acaso piensan que somos superhéroes?», decía uno de ellos entre risas nerviosas, pero con un trasfondo serio. No se trata solo de una cuestión laboral; esto afecta a su salud y bienestar. Exponen sus cuerpos a peligros innecesarios mientras hacen un trabajo vital para nuestra comunidad.
Las condiciones son tan duras que muchos comienzan a cuestionarse si vale la pena seguir así. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que esta situación continúe? Al final del día, todos queremos un lugar limpio donde vivir, pero ¿a qué costo?