El patrimonio artístico vuelve a estar en el centro del debate. Este miércoles, un grupo de expertos se ha reunido para analizar el traslado de las valiosas pinturas de la sala Capitular de Sijena, actualmente expuestas en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). Un momento crucial que muchos han estado esperando y que promete ser un camino lleno de retos.
Un equipo con una misión clara
Desde la última reunión del Patronato del MNAC, donde se decidió formar este grupo técnico, ha habido una intensa actividad. El Gobierno de Aragón no ha querido quedarse atrás y ya ha enviado a sus técnicos al equipo. En este grupo hay personal especializado, listo para evaluar lo necesario y cumplir con las resoluciones jurídicas que afectan a estas pinturas históricas.
Cabe mencionar que esta decisión no es solo técnica; es profundamente simbólica. La intención es garantizar que estos tesoros artísticos regresen a su hogar en Aragón sin perder tiempo. El presidente del Gobierno aragonés, Jorge Azcón, dejó claro su compromiso: “Queremos cumplir con la sentencia del Tribunal Supremo respetando al máximo las pinturas y, sobre todo, hacerlo rápidamente”. Sin embargo, este proceso no será fácil.
Por otro lado, el colectivo Acció Cassandra ha decidido llevar la situación más allá e interponer un recurso ante el Tribunal Constitucional. Aseguran estar defendiendo un derecho fundamental: que todos podamos disfrutar del patrimonio artístico en condiciones accesibles. Ellos sienten que estas obras no deben ir a un lugar privado donde pocos podrán verlas.
La polémica está servida. Desde Acció Cassandra cuestionan cómo un litigio tan importante puede depender de los deseos de una sola persona vinculada a una entidad religiosa privada. Para ellos, esto plantea dudas sobre la legitimidad del proceso judicial y enfatizan que cualquier movimiento hacia un espacio restringido sería una grave violación del acceso al arte.
A pesar de los desafíos legales por venir y la incertidumbre sobre qué pasará si el Tribunal Constitucional rechaza su recurso, están listos para llevar su lucha hasta Estrasburgo si es necesario. El camino está lleno de obstáculos pero también lleno de determinación por parte de quienes creen firmemente en preservar nuestro patrimonio común.