Sevilla se encuentra una vez más ante el dilema Januzaj. Desde que el belga aterrizara en Nervión tras dejar atrás a la Real Sociedad, se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza para los responsables del club. Y este verano no parece ser la excepción.
Un salario desmesurado y poco rendimiento
Con un contrato que le asegura 2,7 millones de euros netos al año, casi seis contando gastos, Adnan Januzaj se asoma a su tercer verano como una pieza incómoda dentro del rompecabezas sevillista. La nueva dirección deportiva liderada por Antonio Cordón tiene claro que no cuenta con él para el futuro, pero deshacerse de su ficha será todo un desafío.
En las últimas semanas, el Anderlecht ha mostrado interés por hacerse con sus servicios en calidad de cedido. Sin embargo, aquí viene lo complicado: los belgas no podrían afrontar gran parte de su sueldo, así que Januzaj tendría que aflojar sus exigencias económicas si quiere volver a brillar en su país. Y es que jugar allí podría reavivar su carrera y darle la oportunidad de volver a lucir con la selección nacional, algo que no ocurre desde junio de 2022.
Aunque también está sobre la mesa la opción de rescindir su contrato. Esto ya ha pasado con otros futbolistas en años anteriores, pero el Sevilla podría recurrir a esa solución solo si no aparece otra oferta interesante antes del cierre del mercado. Ligas exóticas podrían ser una salida viable… aunque puede sonar poco atractiva para muchos.
El rendimiento de Januzaj ha sido bastante pobre desde su llegada: solo 17 partidos disputados con dos titularidades y una asistencia hasta ahora. Tras varias cesiones —la última al Las Palmas— su valor ha caído estrepitosamente; pasó de 12 millones a apenas 1,2 millones. En definitiva, seguimos esperando ver si este verano será finalmente el momento en que se cierre un capítulo complicado tanto para él como para el Sevilla.