La historia del transporte en Madrid está a punto de dar un giro emocionante con la llegada de Mayrit, una tuneladora impresionante que se convertirá en la heroína subterránea del proyecto de ampliación de la Línea 11 del Metro. Este ambicioso plan busca conectar el suroeste con el nordeste de la ciudad, incluyendo puntos clave como el aeropuerto y el hospital Isabel Zendal. La obra promete mejorar nuestra movilidad, pero para ello, necesitamos a Mayrit.
Una bestia imponente bajo nuestros pies
Con un peso de 1.500 toneladas y una longitud que asombra a cualquiera —¡98 metros!—, Mayrit no es solo una máquina; es un símbolo de progreso. Según nos cuenta Jorge Rodrigo, consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, su traslado hasta Madrid es todo un desafío logístico. Sus partes serán desmanteladas y viajarán en barco antes de ser montadas aquí. Se espera que llegue en diciembre, y el ensamblaje podría extenderse hasta marzo de 2026.
Aquí entra en juego su espectacular escudo circular que funciona como una broca gigantesca, cortando la tierra con precisión milimétrica. Con un diámetro entre 9 y 10 metros, este mecanismo permite crear túneles amplios suficientes para los trenes y las vías. Pero lo impresionante no se detiene ahí; dentro hay un sistema completo que excava, retira tierra y refuerza las paredes del túnel al mismo tiempo.
¿Y cómo logra avanzar? ¡Con motores potentes capaces de mover toda esta tecnología sin inmutarse! Puede trabajar en diferentes tipos de suelo y avanza entre 10 a 20 metros al día —un ritmo estable que evita vibraciones molestas arriba—. Además, va dejando las estructuras listas a medida que avanza.
No solo eso: Mayrit cuenta con espacios internos para los trabajadores, sistemas de ventilación e incluso control remoto. Es una auténtica maravilla tecnológica al servicio del progreso urbano.