En el corazón del debate sobre el turismo en las Islas Baleares, la Plataforma ‘Sí als creuers’ ha decidido dar la cara. Con un mensaje claro y directo, han afirmado que los cruceros no son responsables de la masificación que tanto preocupa a los ciudadanos. Pero, ¿es esto realmente cierto?
Las voces de una comunidad preocupada
En estos tiempos difíciles, donde cada vez más jóvenes enfrentan el riesgo de caer en la pobreza, es vital escuchar a todos los actores involucrados. La realidad es que muchos están cansados de ver cómo nuestras playas y ciudades se convierten en un monocultivo turístico que solo beneficia a unos pocos. Entre risas y lágrimas, muchos residentes expresan su descontento: “¿De verdad creen que 5000 turistas más no nos afectarán?”, cuestionan.
Mientras algunos defienden a capa y espada la llegada de cruceros como símbolo de prosperidad, otros ven cómo sus calles se congestiona y sus comunidades se diluyen ante un flujo interminable de visitantes. Este tira y afloja entre progreso económico y calidad de vida ha dejado huella en nuestros vecinos.
No podemos quedarnos callados ante esta situación. La falta de acción por parte del gobierno está llevando al límite nuestra capacidad para vivir dignamente en nuestras propias tierras. Así que, antes de seguir tirando balones fuera, es hora de preguntarnos: ¿qué tipo de futuro queremos construir juntos?