Una vez más, la plaza de toros de Muro se queda vacía, sin festejos taurinos por las fiestas de Sant Joan. Ocho años han pasado desde que escuchamos el último grito de ‘¡olé!’ en este coso, y la verdad es que la situación deja un sabor agridulce. Con las instalaciones renovadas y listas para acoger cualquier tipo de evento, se esperaba un cambio. Sin embargo, el alcalde Miquel Porquer ha decidido no pronunciarse esta vez ante los medios sobre este tema tan candente.
Un pliego lleno de promesas
El 13 de mayo del año pasado se aprobó un pliego que obligaba al concesionario a organizar al menos un festejo taurino durante San Juan. Pero parece que esa obligación se ha convertido en humo, ya que una vez más nos encontramos con la triste noticia de que no habrá toros. En su lugar, el contrato también estipula eventos culturales y sociales para mantener viva la plaza durante todo el año.
Aunque desde el Ayuntamiento aseguran querer convertir este lugar en un espacio multicultural, muchos murers se sienten decepcionados. La última corrida tuvo lugar en 2017 y desde entonces hemos visto cómo esta tradición se desvanecía poco a poco como si fuera arena entre los dedos. Para colmo, recordemos que este coso fue comprado en 2010 por unos 450.000 euros al Grupo Balañá; una inversión que ahora parece tirada a la basura.
No todo está perdido para los amantes del arte taurino: Inca y Palma tienen programadas sus corridas para agosto. Así que si quieres disfrutar del espectáculo, tendrás que desplazarte a otro municipio donde aún aprecian esta tradición con fervor. Mientras tanto, Muro sigue buscando su identidad cultural entre eventos diversos pero echando mucho de menos esas tardes llenas de pasión y emoción bajo el sol.